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| Historia de la Manicura |
La palabra ‘manicura’, proviene del latín que significa ‘manus’ (manos) y ‘cura’ (cuidado).
Se cree que la práctica de embellecer las uñas comenzó en la antigua civilización china alrededor del 3000 a.C.
Se dice que durante la dinastía Shang, las uñas pintadas eran un símbolo de estatus social, y solo la nobleza tenía el privilegio de lucir diseños elaborados.
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| La manicura en sus comienzos en China |
Con el paso del tiempo, la manicura se extendió a otras culturas, como la egipcia y la india, donde se usaban tintes naturales y aceites aromáticos para embellecer las uñas.
En el antiguo Egipto, por ejemplo, se usaban henna y pigmentos minerales para teñir las uñas, y se consideraba un símbolo de riqueza y prestigio.
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| La manicura en el antiguo Egipto |
Durante la Edad Media en Europa, la manicura fue perdiendo popularidad debido a las restricciones impuestas por la Iglesia, que consideraba la práctica de embellecer las uñas como vanidad.
Sin embargo, resurgió durante el Renacimiento, cuando la belleza y el refinamiento volvieron a estar en boga.
Fue en el siglo XIX cuando la manicura experimentó una verdadera revolución.
Con el surgimiento de la burguesía y la creciente importancia de la apariencia personal, surgieron los primeros salones de belleza especializados en el cuidado de las uñas.
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| La manicura en la civilización egipcia e india |
Fue en esta época cuando se popularizó el uso de limas, pulidores y esmaltes de uñas como los conocemos hoy en día.
En el siglo XX, la manicura se convirtió en una industria multimillonaria, con una amplia gama de productos y tratamientos disponibles para embellecer y cuidar las uñas.
Desde las clásicas manicuras francesas hasta las extravagantes uñas acrílicas, la manicura ha evolucionado con el tiempo para satisfacer las demandas cambiantes de la moda y la estética.
Hoy en día, la manicura no solo es una práctica de embellecimiento, sino también una forma de expresión personal.
Con la popularización de las redes sociales, las tendencias de manicura se difunden rápidamente y se reinventan constantemente.
Ya sea con diseños abstractos, colores llamativos o detalles intrincados, las posibilidades para lucir unas uñas espectaculares son infinitas.
La manicura ha pasado de ser un simple ritual de belleza a una forma de arte en sí misma.
Sentirme Bella
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